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  • Foto del escritorWe See You Magazine

Auténticos

Por: Benjamin Pittman


Si hay una verdad que es inherente a cada ser humano, sin importar la cultura, raza, idioma, edad, o cualquier otra cosa, es que somos únicos; pero desafortunadamente, creo que aún no todos nos hemos atrevido a ser auténticos.

“La gran sociedad” en la que vivimos, y “el pequeño círculo” en el que nos movemos día a día, nos empujan directa o indirectamente a ser, pensar y actuar en una manera que no necesariamente es la forma en que hemos sido diseñados en nuestra esencia.

Es por la necesidad de aceptación con la que todos nacemos que muchas veces cedemos a esta adaptación forzada, la cual es alimentada por el miedo a ser rechazados por nuestras diferencias. Y así, sin darnos cuenta, terminamos siendo desleales a nuestras propias convicciones, a nosotros mismos.

Muchas veces nos reservamos nuestras opiniones y formas de ser por temor al qué dirán, a la contradicción, a la vergüenza y a la burla; y otras veces somos nosotros los que acallamos con palabras, gestos y miradas (o ausencia de estas) las opiniones o formas de ser de los demás. En algunas ocasiones somos las víctimas, y en otras somos los verdugos. El temor a equivocarnos y a que las cosas no nos salgan bien también pueden privarnos de la experiencia de ser auténticos.

Ahora, es importante mencionar que la autenticidad no implica necesariamente ser inmutable(1), ya que somos seres en constante crecimiento y aprendizaje, por tanto es necesario el cambio (crecimiento) continuo para llegar a ser quienes hemos sido diseñados a ser. La autenticidad es algo que vamos desarrollando y descubriendo en cada etapa y momento de nuestra vida, y aún gracias y a través de los vaivenes de la misma.

Así como nuestras huellas dactilares, iris y retinas son únicas e irrepetibles; así también lo somos nosotros, no existen dos personas exactamente iguales. ¿Se imaginan si decidiéramos extinguir las más de 25,000 variedades de orquídeas(2) que existen en todo el planeta para quedarnos solamente con una de ellas? ¿Sería un crimen contra la naturaleza, cierto? Sin embargo, eso es lo que sin darnos cuenta ocurre cada día con muchos de nosotros cuando extinguimos o menospreciamos nuestra forma de ser y de pensar, o la de los demás.

Qué diferente sería el mundo si empezáramos a valorar nuestra unicidad(3), y la de los otros; si comenzáramos a no ver las diferencias como un motivo para rechazarnos o discriminarnos, sino como el regalo y la oportunidad que nos han sido dados para complementarnos y enriquecernos unos a otros.

En esta línea, creo que podríamos entender la autenticidad como la capacidad y la valentía de ser y expresarnos con libertad en la forma en que somos en nuestra esencia, y al mismo tiempo aceptar y valorar esta misma expresión en los demás.

Hay una canción llamada “Los Extraterrestes”(4) (del cantautor colombiano Santiago Benavides) que fue una de las tantas cosas que me motivaron y ayudaron a reflexionar y a preguntarme qué tan auténtico he sido a lo largo de mi vida, y qué tan auténtico soy ahora.

Y por último, y como idea final, quisiera compartir con ustedes algo acerca de lo único que en mi experiencia personal ha sido capaz de detener esta pérdida de identidad y autenticidad: ha sido el hecho de entender y creer que ya hemos sido aceptados en la forma en que fuimos diseñados a ser, incluso desde antes de que hayamos nacido. Y para explicar esto me permito citar un libro que es muy importante para mi, “La Biblia”, fuente de mi cosmovisión:

“En él (en Jesús), Dios nos escogió antes de la fundación del mundo, para que en su presencia (a sus ojos) seamos santos (escogidos) e intachables (sin culpa).

Por amor nos predestinó para que por medio de Jesucristo fuéramos adoptados como hijos suyos, según el beneplácito de su voluntad, para alabanza de la gloria de su gracia, con la cual nos hizo aceptos en el Amado (en Jesús)”.

Efesios 1:4-6 (RVC)


 

Tú creaste las delicadas partes internas de mi cuerpo

y me entretejiste en el vientre de mi madre.


¡Gracias por hacerme tan maravillosamente complejo!

Tu fino trabajo es maravilloso, lo sé muy bien.


Tú me observabas mientras iba cobrando forma en secreto,

mientras se entretejían mis partes en la oscuridad de la matriz.


Me viste antes de que naciera.

Cada día de mi vida estaba registrado en tu libro.

Cada momento fue diseñado

antes de que un solo día pasara.


Qué preciosos son tus pensamientos acerca de mí, oh Dios.

¡No se pueden enumerar!


Ni siquiera puedo contarlos;

¡suman más que los granos de la arena!

Y cuando despierto,

¡todavía estás conmigo!


Salmos 139:13-18 (NTV)

Notas:

1. Inmutable: No mudable, que no puede ni se puede cambiar. Enlace RAE: https://dle.rae.es/inmutable

2. Las orquídeas u orquidáceas (nombre científico Orchidaceae) son una familia de plantas monocotiledóneas que se distinguen por la complejidad de sus flores.

3. Unicidad: Cualidad de único Enlace RAE: https://dle.rae.es/unicidad

4. Los Extraterrestres - Santiago Benavides Enlace oficial Youtube: https://www.youtube.com/watch?v=OQBMFjIwt0Y

Enlace no-oficial Youtube (subtitulado en español e inglés):

https://youtu.be/-NOeRV97y4I




Foto por Josh Ness desde Unsplash



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